lunes, 14 de junio de 2010


Gabriel García Márquez nació en Aracataca en 1928. Su existencia forma ya parte de la memoria popular. Sobre su pasado, su presente y su futuro y también sobre sus obras, se han escrito tantos libros que con ellos se podría construir una biblioteca fantástica. Su influjo ha destacado escuelas mágicas, un horizonte de embrujo y un soplo de insomnio sobre el pueblo latinoamericano. Sus personajes viven entre las pesadillas y los sueños felices de las doncellas, los adolescentes y los coroneles nostálgicos. Es el primer escritor nacional y uno de los más representativos de la literatura universal de todos los tiempos.


Sus expediciones por el planeta están signadas por una misión. Entre las noches y los amaneceres, este humorista melancólico despierta en la Colombia de la violencia, en la dictadura de Trujillo, en el París de 1954, entre sus guayabos con los mitológicos obregones y el aire verde de México, donde escribió una de sus obras maestras. La revolución cubana y la defensa de los derechos humanos perfilan su trabajo político. La Alternativa de otros tiempos es hoy la "alternativa" del escritor colombiano. No hay espacio donde su pie esté ausente: el Chocó lo recuerda por sus reportajes sociales, los países socialistas por sus memorias de fuego, la ciudad de Barranquilla por sus mariposas amarillas. Sus frases son dignas del perpetuo resurrecto: "El deber de todo escritor es escribir bien", "La revolución no es para que el pobre sea más pobre sino para que sea más rico", "Los críticos son hombres muy serios y la seriedad dejó de interesarme hace mucho tiempo", "Lo único que sé sin ninguna duda es que la realidad no termina en el precio de los tomates", "Yo pienso que nuestra contribución para que la América Latina tenga una vida no será más eficaz escribiendo novelas bien intencionadas que nadie lee, sino escribiendo buenas novelas", "Toda buena novela es adivinanza del mundo", "Yo creo que tarde o temprano el mundo será socialista, quiero que lo sea y mientras más pronto mejor". "¿Y quién dijo que no vivo en Colombia?", "Lo único que me ha interesado desde niño: que mis amigos me quieran más".



Gabriel García Márquez es un hombre comprometido con la vocación de ser del pueblo latinoamericano. Pero también como escritor es un hombre fiel a la creación. No produce libros en serie. Sus libros parten de una necesidad irrefrenable. En él vanguardia artística y vanguardia ideológica se dan la mano. Gabriel García Márquez ha sufrido dos experiencias notables: la primera marcada por la acusación de plagio que le hizo Miguel Ángel Asturias. La segunda, por su exilio de Colombia marcado por el punto de mira del poder. No obstante, tiene un poder de clarividencia que lo vence todo. Este hombre eternamente indocumentado y feliz, este mago escalador del cine, el periodismo, los viajes y los sueños, sigue hablando de su tierra natal, allí donde vivió sus verdaderos Cien años de soledad.


OBRAS

Novelas:
La hojarasca (1955),
La mala hora (1961),
El coronel no tiene quién le escriba (1958),
Cien años de soledad,
El otoño del patriarca (1975),
Crónica de una muerte anunciada (1981),
El amor en los tiempos del cólera (1985)
El general en su laberinto (1989).

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